domingo, 10 de julio de 2011

VOY A CONTARLES UNA HISTORIA


Voy a contarles una historia:

Imagínense que ustedes viven en un país donde la gente, las empresas, el estado, las administraciones públicas, en definitiva, todos los actores económicos públicos y privados llevan a cabo una gestión de sus recursos poco responsable, cimentada y potenciada por los bancos nacionales e internacionales que les financian y les incentivan a invertir sin cuestionarse la sostenibilidad de la situación, es mas, te dicen que te tienes que sentir muy orgulloso de vivir donde vives: tienes un trabajo, “da igual que sea precario”, y que gracias a las bondades de tu entidad financiera que sólo piensa en ti y para ti, has podido financiar la compra de tu piso, del coche y las vacaciones y para el colmo de tu felicidad, has logrado ampliar tu hipoteca para de esta forma adquirir una casita al lado del mar donde pasar tus vacaciones. Fruto de esa euforia colectiva nacional tu gobierno decide bajarte los impuestos, no sólo a ti sino a las empresas y a las grandes fortunas del país; argumentan que es lo mejor y el único camino, de esta forma tendrás mas recursos económicos para comprar y consumir, se evitará que las empresas trasladen sus centros de trabajo a otros países y las grandes fortunas no llevarán sus fondos a paraísos fiscales…, y tu como no puede ser de otra forma te lo crees. Durante tus vacaciones, que por cierto te sacaste un crédito para poder financiarlas como consecuencia de una campaña publicidad de tu banco que te regalaba el billete de avión si financiabas las mismas, aprovechas un momento de relax en el chiringuito para echarle un vistazo al periódico; en su portada la noticia de que uno de los principales bancos de EEUU ha quebrado, que a su vez, era el accionista mayoritario de tu entidad bancaria, la misma que te financió tu piso, la casita en la playa, tu coche y tus vacaciones; ¡Que miedo meten a la gente…, le dices al camarero..¡. Al llegar de tus vacaciones recibes en tu domicilio una comunicación de tu empresa notificándote que has sido incluido en un expediente de regulación de empleo dada la mala situación contable y financiera; tu conmoción se multiplica cuando lees la noticia sobre las retribuciones obtenidas por los directivos de tu compañía. ¿Cómo nos pueden echar al paro y los jefes ganando esas ingentes e insultantes cantidades de dinero?, os preguntáis una y otra vez los compañeros de trabajo. En dos semanas tu país es intervenido, tu empresa cierra y eres despedido sin ningún tipo de indemnización al igual que el resto de tus 500 compañeros de la factoría. Tu gobierno alega que es una imposición que han hecho al país los organismos internacionales para que les financie la deuda pública, junto con la exigencia de la privatización de las empresas públicas mas rentables, reducir los gastos en sanidad y educación, reducir las cotizaciones de los trabajadores, una reforma laboral y bajada de los impuestos,… dicen que es la única forma de obtener recursos y evitar que el país vaya a la bancarrota. Cómo la música no te suena muy bien decides ir a ver a un viejo profesor de la universidad que reside en tu mismo barrio, le preguntas que está sucediendo; el porqué los organismos internacionales anteponen los intereses del mercado financiero y de los fondos especulativos a los derechos de la ciudadanía y a la autonomía política y democrática de los estados, o a que los trabajadores puedan perder su empleo o se les sea imposible acceder a un trabajo dado que no existe actividad económica como consecuencia de la aplicación de los planes económicos impuestos y orientados exclusivamente a cumplir los objetivos marcados por estos entes internacionales, o a que se mantengan sus derechos laborales y prestaciones sociales, tengan servicios sanitarios eficientes, un sistema educativo de calidad, ….. El profesor le responde que todo es mentira, que no entiende porque los estados no solicitan una auditoria de la deuda, alguno se llevaría importantes sorpresas, como ha sucedido en Ecuador que se han dado cuenta que después de auditar su deuda pública de que no existía. El problema admirado ex alumno no es la deuda es que esos que actúan en nombre de los mercados quieren liquidar utilizando la falacia de la crisis de la deuda pública nuestro estado de bienestar y nuestro sistema socio-laboral, y lo mas triste aún es que muchos aún no se han dado ni cuenta¡¡¡¡. Os suena la historia, seguirá……………………..