miércoles, 12 de septiembre de 2012

Tu memoria y legado siempre con nosotros, Papá.

 

Artículo publicado en Cuidad Lineal, Ed. Septiembre 2012, dedicado a mi padre.

Aunque ya no puedas leerlo ni  estés con nosotros, decirle con estas palabras que " Me siento orgullo de ti papá, no has muerto: solo se muere cuando el olvido vence a la memoria, y para todos nosotros estás mas vivo que nunca"

Tu memoria y legado siempre con nosotros, Papá.



No pretendo, papá, hacerte una carta al uso dado que tu no eras así, te gustaba y te sentías a gusto con tu forma de ser, siempre le fuiste leal y hasta el último instante la llevaste a cabo; lo que quiero es intentar responder a esas preguntas que fueron contigo sin respuesta, a tus miedos y sobre todo, tranquilizarte y asegurarte que todo aquello que pusiste en marcha, con mamá a la cabeza, con tu Beli capitaneando el barco, lo seguiremos cultivando y cuidándolo con el cariño y la pasión que tu impregnabas a todo aquello que ponías en marcha, tanto lo material como lo inmaterial, lo que se ve y lo que no se ve, y por encima de todo, seguiremos siendo leales aquellos principios y valores que practicaste durante toda tu vida, y que se reflejaron en el hecho de que no hubo ningún amigo, conocido, familiar que no viniera a despedirte. Multitud de gente que te apreciaba y te quería, y eso tiene su porqué.

Nunca fuiste un hombre de palabras, tu lenguaje eran los gestos y los hechos (lo que los expertos denominan comunicación no verbal), y ello no te impidió recorrer con éxito tu proyecto vital porque no encuentro otra palabra mas que la del orgullo para poder describir todo aquello que creaste y pusiste en marcha. Orgullo por tu mujer, tu Beli, para un hombre tan tímido como tú, con ese miedo que te invadió constantemente a que dirán, apostar y luchar por el amor de tu prima, romper con aquellos tabús que no entendían de sentimientos ni de personas, algo en ti te decía que por esa mujer merecía la pena luchar y derribar todos los contratiempos; el tiempo te ha dado la razón una vez más, no sólo era tu orgullo como compañera sino es el orgullo y la pasión que tanto Carlos como yo sentimos por mamá, y que una vez más en estos duros momentos nos está dando una lección de coraje, valentía, dignidad e integridad. Papá, con el tiempo me he ido percatando que eras un experto cazador de larga distancia, sabías definir a largo plazo tus objetivos y tenías mucha calma y paciencia para conseguirlos, y siempre me quedará esa duda de tu exilio laboral a Francia, aunque cada día creo más que la verdadera razón era aquella prima rubia, risueña que cada verano te tocaba el corazón. El orgullo del padre hacia los hijos y de los hijos hacia el padre era recíproco, y lo sabías perfectamente; a Carlos le impregnaste el entusiasmo de lo que hoy no es sólo su trabajo sino su pasión: la caza, el amor por el monte, la libertad y la naturaleza. Te sentías orgulloso de él como nadie, a la vez que tu hijo mayor siente de ese padre que fue su maestro, amigo y referente, al que le enseñaste con pragmatismo que detrás de una cacería o un rececho y de unos compañeros de cuadrilla o de trabajo hay cosas mas importante que las piezas de caza abatidas, que el mejor trofeo es la amistad y la lealtad de aquellos que no sólo comparten tu pasión por la caza sino lo que es mas importante: sus vidas y su amistad. El orgullo que sentías hacia mí me lo transmitías con los gestos y los hechos, siempre me apoyaste en todo aunque en algunas ocasiones te costaba entender mi forma de ver la vida; sé que no fue nada fácil para ti cuando decidí irme a estudiar a Salamanca, nunca me comentaste nada y siempre me apoyaste sin que yo supiera en ese momento lo mal que lo estabas pasando. La vida es demasiada injusta Papá, te la fumaste demasiado deprisa y te pasó una mala jugada, te robó un mínimo de 20 años para seguir construyendo tus proyectos e ilusiones, para seguir disfrutando de tus amigos y de tus pasiones.

Tus miradas durante las últimas semanas no sólo demostraban tu preocupación por la enfermedad sino por el futuro de todo aquello que formaste con tanto trabajo y entrega; me enseñaste a que con los gestos y los hechos también se trasmiten las palabras que definen los sentimientos y las preocupaciones; puedes estar tranquilo Papá, que seguiremos cultivando tu pequeño paraíso de “ Les Cases de Arriba”, cuidaremos de Mamá, de Papi y Mami, de Bea y de Sonia, cogeremos tu testigo con tus hermanos y siempre que nos pidan ayuda no dudes que haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarlos al igual que cuando los necesitemos acudiremos a ellos; seguiremos manteniendo viva la amistad con los tuyos y seguiremos siendo leales, cada uno con su forma de ser y de entender la vida, a los valores y principios que siempre nos inculcaste con tu pragmatismo. Me siento orgullo de ti papá, no has muerto: solo se muere cuando el olvido vence a la memoria, y para todos nosotros estás mas vivo que nunca. De vez en cuando te iré comentando como van las cosas por aquí, por cierto, los dos acertamos: Contador ganó la vuelta. Cuídate.

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