viernes, 15 de abril de 2011

ENTREVISTA EL PAIS- Mº ANGELES ZULOAFA

http://www.elpais.com/articulo/ultima/Puedo/competir/disfrutar/otros/jovenes/elpepiult/20110415elpepiult_2/Tes?print=1 ENTREVISTA: ALMUERZO CON... Mª ÁNGELES ZULOAGA "Puedo competir y disfrutar con otros jóvenes" SARA ESPAÑA 15/04/2011 No ha llegado todavía el primer plato y ya ha contado cómo mataron a su padre, quién fue su marido y cuándo entró en el Instituto-escuela de Madrid. María de los Ángeles Zuloaga está a punto de cumplir 91 años y no ha perdido las ganas de hablar. Recordar le ayuda a revivir los años en que empezó a aprender. "Tenía los ojos recién abiertos y todo me parecía maravilloso", explica. A los 10 años, justo uno después de que se proclamara la Segunda República que ahora cumple 80 años, dejó su León natal para formarse en una escuela de la Institución Libre de Enseñanza. Su padre, abogado del Estado, quería que sus dos hijas se educaran en un instituto-escuela. Han pasado 81 años y la menor de las hermanas Zuloaga todavía habla en presente de su colegio. "Le debo mucho al instituto-escuela. Te pone en una actitud ante la vida tan curiosa...", reflexiona. Por primera vez, estudió idiomas y practicó deporte. Y durante tres años se olvidó de los libros de texto. "Recuerdo que el primer día nos entregaban El Quijote, un lápiz y un cuaderno para que buscáramos palabras", explica entre canelón y canelón. "¡Había tantas del castellano antiguo...! Las escribías y ya no cometías faltas", detalla Zuloaga. Sus mejores recuerdos coinciden con las excursiones a la sierra y a las fábricas. "Era bonísimo ver cómo se hacían los filamentos de cristal para las bombillas", gesticula imitando el proceso industrial. La enseñanza en el Instituto-escuela era muy exigente, asegura esta nonagenaria, que tuvo que repetir el primer año. "Mi letra no era bonita, no tenía cuidado con los borrones", razona. La sede de Retiro fue su casa durante tres años, hasta que, a los 13, un principio de tuberculosis la separó de las aulas. Su hermana Maravillas estudiaba en Hipódromo con los mayores. Se curó cuando ya era tarde. Había comenzado la Guerra Civil y las fuerzas franquistas "asesinaron" a su padre por defender el caso de "un rojo". La segregación por sexos y la mano dura volvieron a las aulas. "Allí llegó Franco a salvar a España y lo mató todo", lamenta. Confunde la fecha de la muerte de su padre, el 6 de septiembre, con la de Federico García Lorca, el 18 de agosto de 1936. Habla del poeta con familiaridad. No en vano su marido fue su compañero en La Barraca. "Aparcó sus estudios de odontología porque estaba chiflado con Federico", explica. Entonces, Luis Sáenz de la Calzada todavía no era su marido. No se casó con él hasta que la conquistó a los 23 con un poema de Lorca: "Tiéndeme la mano, amor, que vengo muy malherido, herido de amor huido, herido, muerto de amor", recita de memoria como si volviera a escuchar al marido. "¡Cómo podía resistirme!", sonríe mientras le retiran el mero. Mantiene aún los ojos bien abiertos y salpimienta su relato de actualidad. Ni Zapatero, ni Rajoy se libran. Con una mandarina en la mano, confiesa que su mayor debilidad es la juventud: "Siento que puedo competir con otros jóvenes y disfrutar con ellos. Mucho más que con mayores". Salvo si se trata de su hermana Maravillas, de 92. Hasta hace días, su compañera de estudios y de vida. Ahora la ha dejado sola. Ya no habrá entrevista con las Zuloaga. Solo quedan las migas en la mesa y su yo nostálgico se aferra al futuro: "Pido a esa juventud espléndida que coja bien la antorcha. Tengo tanta fe en vosotros...".

viernes, 1 de abril de 2011

ARTICULO ABRIL EN CIUDADA LINEAL

A partir de este mes de Abril, empiezo a colaborar con el periódico de las comarcas mineras CIUDAD LINEAL, me lo propusieron y no me pareció mala idea. Todos los meses escribiré un artículo, sobre todo aquelllo que vivo, percibo, pienso y siento. Mi primer artículo ha sido dedicado a la historia personal de mi abuelo cuando era un niño y estuvo sirviendo en el pueblo de Sietes. http://www.edicionescman.com/detalleCiudadLineal.php?id=52 QUE TUVIERON QUE ABANDONAR SU NIÑEZ PARA CONVERTIRSE EN HOMBRES SIETES: LA HISTORIA DE UNOS NIÑOS Sietes, es una pequeña y hermosa aldea del municipio de Villaviciosa, conocida mundialmente por el lanzamiento de Windows 7. Su historia se encuentra reflejada en sus edificaciones inherentes a su pasado agrícola y ganadero, sus hórreos, cuadradas y casonas asturianas llenan sus calles, sus fincas llanas y extensas, hoy abandonadas en su inmensa mayoría, nos dan una idea de su riqueza en la primera mitad del siglo XX, una época marcada por la miseria y la pobreza. Personalmente, el pueblo de Sietes, no lo conocí por Bill Gates, su nombre va asociado a mi persona desde que mi abuelo “Papi”, me empezó a contar su vida, y como a sus 9 años tuvo que abandonar su familia, sus amigos y su pueblo Condueñu, enmarcado en el valle de Tiraña, en busca de su supervivencia vital. Tras varios días caminando recaló en Sietes, allí una familia lo acogió en su casa, le daría cama y comida a cambio de trabajar en el campo y cuidar del ganado. Desde aquel momento mi abuelo dejo atrás su niñez y comenzó su nueva vida de hombre siendo aún un niño. Jornadas interminables de trabajo, meses y meses sin ver a su familia, algún que otro amigo y las anécdotas de unos niños que siendo hombres no dejaban de ser jóvenes con todo lo que ello conlleva. Nos encontramos en 1938, su hermano mayor le dijo que para las navidades le iría a buscar a Sietes, y que juntos se vendrían caminando para pasar todos juntos en familia las fiestas. Se lo comentó el día que ambos se despidieron en la casa de sus padres, mi abuelo volvía a Sietes, y su hermano se iba a la guerra. Pasaban los días y la navidad se echaba encima y su hermano no dabas señales de vida. En su interior, algo le decía que a su hermano mayor nunca más lo volvería a ver; esas presunciones se confirmaron cuando llegó a su casa en las vísperas de nochebuena, preguntó a sus padres por su hermano, y le enseñaron una carta recibida en la que les informaban del fallecimiento de su hijo en la Batalla del Ebro. La guerra, la miseria, la injusticia y la pobreza marcaron la niñez adulta de mi abuelo. Este verano volvió Sietes, en compañía de su familia, sus nietos y nietas y su compañera de viaje durantes los últimos 54 años, “Mami”, fuimos testigos de una lección magistral de la historia de nuestro país representada en la vida de mi abuelo, cada gesto de su cara durante el paseo por la aldea, “ en aquella casa vivía Manolín..”, “en aquel prau cuidada el ganau ”, “ aquella finca daba les mejores fabes de Villaviciosa”…. Al llegar al único bar que sigue abierto en el pueblo, un paisano sentado a la puerta le recuerda a un buen amigo de aquellos años, mi abuelo se acerca a saludarlo “ Yes Manuel.. soy Norio, el que trabajaba en la casa de Juan ”, desgraciadamente el hombre ha perdido la memoria y no se acuerda de nada, pero él si que lo reconoce; cosas de la edad nos dice Papi, con la mira perdida y con la voz temblorosa, seguimos caminando…. Ésta, es una historia real, la de mi abuelo Norio “El Pollero”, para mi hermano y para mí,“Papi”, sus vivencias y su vida durante sus siete años en Sietes, una época cruel de miseria, explotación y pobreza, en la que aquellos ingenuos niños tenían que convertirse en hombres para poder subsistir. Él mas que nadie, al igual que tantos hombres y mujeres que vivieron y sufrieron aquella época, entienden a todos los hombres y mujeres tunecinos, a los jóvenes y no tan jóvenes egipcios que reivindicaron en la plaza Tahrir del El Cairo: dignidad, libertad, justicia y democracia. Magistral clase de historia la que recibimos este verano, en una tarde del mes de julio en Sietes, a cargo de mi admirado catedrático de la vida, mi abuelo Norio El Pollero, “Papí”. FELIPE ORVIZ ORVIZ